Por: Gaspar Herrera Farfán
Llévale al viento el dulce lamento de las hojas muertas...
que la luna tiemble y abra de las nubes todas sus compuertas...
miradas desiertas que pupilas ciegas ahogan en mares...
contra los pesares de llagas que muerden ausencias inciertas.
Notas escondidas en los alaridos de tímida arena...
que en su última cena traiciono al deseo y mutiló la carne...
Tristeza que parte de las amarguras en último embarque
saciando su parque matando luceros y ahogando sus penas.
Las culpas ajenas que así se colgaron de los alaridos
de rayos caídos en las bendiciones de un amanecer...
Volver a nacer en el vientre dormido de un reloj de miedos...
enmedio de credos...de aves y alabanzas que queman sus nidos
en los recorridos que en cada segundo...SON ETERNIDAD!