A diario se maquilan cientos de medios impresos que son repartidos en todo el Estado, circulando historias maravillosos sobre Campeche, donde encontramos al gran súper héroe en un lugar excepcional, donde todo parece fantástico. La corrupción corre peligro de desaparecer de raíz, gracias a una institución creada. Las estadísticas del desempleo están enormemente elevadas, un Estado donde hace falta más gente por el exceso de trabajo. Lo más sobre saliente de nuestro buen gobernador, no son sus datos o su eficiencia de su trabajo, son sus hermosas selfie donde reluce cada evento, evidenciando su gran esfuerzo al Jefe, de Jefes y a la ciudadanía en la redes sociales.
Nadie por encima de la Ley, nadie por encima de la ley, se escuchaba en la enorme bocina donde estaba sentadito Artemio, viejón canoso, su imaginación volaba por otro rumbo, no despejaba ni tantito la mirada a una joven mujer con un escote tremendamente seductor, - nada viejo, tenemos que afiliarnos al partido para que nos puedan ayudar, le dijo su esposa Miranda, ya con los años, no le acelera el corazón a ningún hombre, - bueno viaja pues que más le vamos hacer, hay que esperar que comiencen las elecciones, pero haber sino se nos muere el chamaco. Los dos salieron de aquel maravilloso lugar, donde el Gobernador informaba su primer informe de arduo trabajo administrativo. Parecía que salían del cuento de Alicia en el país de las maravillas.
No es que uno quiera hablar de su pensar, en ocasiones hay que quitarnos el calzado y sentir la tierra, ya lo decía el gran conferencista chino, Carlos Kasuga, que por miedo y por hambre, la gente calla y otorga. Viendo cómo, directivos que de tercera pasaron a primera, reluciendo el esfuerzo que otros hacen. Quizá muchos dirán, que hable el loro. Aunque sea un animal, bendito es, por el esfuerzo de hablar y repetir lo que escucha.