Gaspar Ariel Herrera Farfán
“Lo que caracteriza en la política a un pueblo, es que al final siempre el pueblo es el que resulta crucificado, porque con conocimiento se deja arrebatar la vida en lo más fundamental y básico, para ponerse la lastimera etiqueta de víctima que siempre besa la mano de sus verdugos”. ELLACURIA
Ya nada produce indignación, pues resulta irrisorio a estas alturas del partido, pronunciar la conocida y siempre repetida frase que ha servido de escudo fiel en todo, para todo y para todos, de que: “me engañaron”, “creí en ellos y resultaron iguales”, “es que olían tan rico”; ¡Ya nadie engaña a nadie, pues hasta los dieciocho años, considerada mayoría de edad, se han vivido procesos que debieron acumular conocimientos y fortalecer la inteligencia crítica para decidir con sabiduría los caminos de la existencia!; Los noveles de ayer ya han comprobado que la entrega total a sus convicciones jamás les ha permitido encontrar la llave que pudiera abrirles las puertas de las grandes oportunidades, porque cuando ya “casi” la tienen, llega un alguien de la nada a quien se le abren automáticamente aún las puertas más difíciles, sin pronunciar siquiera las mágicas palabras de “ábrete sésamo”, y sí, exigiendo sumisión y entrega total; que ahora el trabajo honesto y dedicado se suple con un mal llamado “padrino”, que tenga nombre, prestigio y poder, para poder garantizarles la distorsión de pensamientos y conductas, que les diera confianza para seguir por el camino de las trampas y triquiñuelas sin importar más que el triunfo y el poder.
Por ello, y de acuerdo a circunstancias, se manejan las mismas líneas de acción, con los mismos documentos, las mismas formas, los mismos protagonistas, persiguiendo todos al final los mismos resultados, garantizados por las mismas personas de toda la vida que después gritarán y se quejarán, pero que seguirán haciendo lo mismo que siempre han hecho: ¡agacharse y aceptar! ¡Acá cabe recordar aquella enorme frase de Aristóteles, que en una estratificación natural de la sociedad establecía que “el lugar natural de los pobres, es la pobreza”! ¡Vaya cruda realidad que hace recordar la cantinflesca frase de que “no se trata de que ya no haya ricos, sino que ya no haya pobres”, en un lugar y espacio en que los ricos cada día son más ricos y los pobres más pobres! ¡Ay ojón, dijera el sapo, que feo es el cocodrico porque aparte está bocón”! ¡Que les falta a mis tamales que no los puedo comer, si les puse su carnita, pero me olvidé del fuego para poderlos cocer! ¡Exacto! ¡ahí puede estar escondida alguna respuesta, sí, en esas pequeñas y cómicas reflexiones! ¡Pero hay que pensar para sacar esa sabiduría que cada cual mantiene dormida en el dulce sueño de la pasividad!
“Lo que nos ha tocado vivir espero que sirva al menos para subrayar qué debemos dejar de hacer y que nosotros mismos hemos convertido en catástrofes. Sí, son catástrofes, pero son el resultado de sistemas de poder que envía al pueblo a un diario y permanente manicomio” EDUARDO GALEANO.
Lo mismo y los mismos ya ha dejado de ser una casualidad para convertirse en una escuela, cuya formación curricular está basada en la pérdida de los valores, la nulificación de la conciencia, la desaparición de las decisiones personales y con ello la sepultura de la dignidad humana, para poder ser promovido al cuadro de honor de los triunfadores ¿triunfadores? ¡ojo! ¡El tiempo reclama y la historia juzga! ¡San Juan bailón no se bailaba a la gente, sino los hacía pensar con sus humildes acciones! ¡La injusticia estructural puede caer como el muro de Berlín y promover la verdadera justicia social, con la participación de todos los sectores que no solo pidan democracia, transparencia y toma de decisiones con autonomía y respeto, sino que la construyan con decisión a pesar del miedo, amenazas o pataleos de quienes se han creido dueños de todo ello! ¡Se rompe para mejorar! ¡se construye para modernizar! ¡Se cambia para escribir nuevas y mejores historias!, por que de no hacerlo así no es pecata minuta seguir con el rosario eterno de “¡NO ES LO MISMO LO MISMO, QUE LO MISMO CON LOS MISMOS!”
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