Por Gaspar Ariel Herrera Farfán

“¿Acaso el sueño no es el testimonio del ser perdido, de un ser que se pierde, de un ser que huye de nuestro ser, incluso si podemos repetirlo, volver a encontrarlo en su extraña TRANSFORMACIÓN?” Gastón Bachelard.
 

La curiosidad tiene caminos diversos, y como los caminitos de la escuela, a los que ahora muy pocos se apuran a llegar, se encuentran las olvidadas hemerotecas, lugar por cierto, que dio origen al presente artículo, ya que uniendo polilla con polilla, en una revista FORBES del año 2013, surgió de repente una frase que destacaba de todas las demás: “Para lograr la verdadera transformación del país, además de generar consensos, se necesitará cuadrar las reglas operativas de la burocracia nacional y luchar contra el modelo político de las conveniencias que el sistema ha creado”; y ¡BUMMM!, que explota la bomba en un viejo y deteriorado cerebro que a diario le enciende sus cuatro veladoras a San Alzaheimer, para tratar de asimilar qué tantas perlas se puedan obtener de tan significativa frase que se ha puesto tan de moda, que ya se llevan cuatro transformaciones y en una miopía generalizada, pero eso sí, con un oído de tísico en etapa terminal, nada se ha visto que beneficie de manera colectiva a la sociedad, pero sí se ha escuchado por los cuatro puntos cardinales, vientos que susurran con fuerza progreso y cambios, que hacen correr de inmediato al hogar, para quienes tienen uno, y ver si en la mesa ya hay comida, o alguien ya pagó las colegiaturas atrasadas o la luz, que se ha transformado en el monstruo voraz que quita sueños, o en la miseria que se vive desde siempre y en la que sí hay constancia de que el pueblo a diario la convierte en esperanzas, para poder disfrutar de la enorme riqueza que se posee, pero como en el mercado, ves la carne, las verduras y las frutas, ¡pero nada es de uno!
 
Qué difícil es entender que la política, como los juegos y las tradiciones, son todos de época, de tiempos, y que esto no se detiene ni se puede cambiar, porque ya las fechas están establecidas y los resultados de igual manera; hay una frase importante del papa Francisco, con el que enfrenta el conformismo social de aceptación y apatía, pero con la queja perenne de resultados: “cuando en toda acción no existen responsables, como consecuencia, de los resultados, resultan todos culpables” ¡WooooW!, ¡Preparen, apunten, fuego!, ¡Directo al depósito de los pensamientos y de las decisiones! ¡Pero es más fácil vomitar cuando se abusa del alcohol o de la comida, que cuando por años se han estado consumiento en silencio las injusticias! ¡Para esto ya no se necesita ni el bicarbonato de sodio para acelerar la digestión, pues en un acto extremo de valentía, se soporta el dolor de panza como el más grande pretexto salvador para seguir con los lloriqueos y las quejas, enmedio de los mismos resultados!
 
A simple vista en estos momentos se sigue mirando una enorme desigualdad social; emergen del vientre benefactor de la bestia voraz que domina oficios y destinos, una nueva lista de superhéroes que tendrán la consigna para aprovechar esta, tal vez única oportunidad, para llenar su cochinito hasta el hartazgo, y asegurar con ello, incluso uno de los mejores lugares en los panteones en donde para un pobre es muy difícil conseguir un espacio para ser sepultado; pero, ¿y los muchos que giran alrededor de los sueños perdidos que con el tiempo se han descompuesto convirtiéndose en tiempos podridos? ¡Para ellos el infierno, que al fin están acostumbrados a ello, pues si se les da gloria, se pueden empachar y morir! ¡Protección, empleo, género y exclusión, son las modernas marcas de la ¡TRANSFORMACIÓN!