No les fue bien a los ex alcaldes de la región del Camino Real en la revisión y aprobación de los dictámenes correspondientes a las Cuentas Públicas 2020 de los 11 ayuntamientos y del Gobierno del Estado de Campeche, realizado en la semana que termina por los diputados locales y de la que surgieron una serie de recomendaciones, así como procedimientos de responsabilidad administrativa.
Desde tiempo atrás, las voces de los habitantes de la región hablaban del mal manejo de los recursos públicos, por parte de los alcaldes y pedían la intervención responsable de la Auditoría Superior del Estado para revisar con lupa las cuentas públicas ante la muy evidente estela de corrupción de los ex alcaldes, que en sus tres años de desgobierno se dedicaron a todo, menos a trabajar en beneficio del pueblo.
La revisión de la cuenta pública de los municipios viene a dejar muy en claro lo que ya se sospechaba y deja mal parados a las Comunas de Hecelchakán y Tenabo, donde las autoridades, uno priista y otra morenista, fueron de lo más destacado al no contar con la documentación justificativa del destino de los recursos, que rebasa los 18 millones de pesos y por los que se han emitido una serie de recomendaciones.
En el caso de Hecelchakán, en donde gobernó por un segundo período el PESista y ahora priísta José Dolores Brito Pech , en la revisión a la Cuenta Pública 2020 se determinaron cuatro recomendaciones, seis procedimientos de responsabilidad administrativa, cuatro pliegos de observaciones, gastos sin documentación comprobatoria e inconsistencias por 14 millones 200 mil 880 pesos.
El Ayuntamiento de Tenabo, con la morenista María del Carmen Uc Canul tampoco canto mal las rancheras, pues con gastos sin comprobar en el 2019 por más de 15 millones de pesos, en la cuenta pública del 2020 le impusieron cuatro recomendaciones, cinco procedimientos de responsabilidad administrativa y cuatro pliegos de observaciones por presuntas irregularidades por casi 4 millones de pesos.
Sin duda alguna, al que mejor le fue, al menos en esta revisión de la Cuenta Pública 2020 fue al Ayuntamiento de Calkiní, a cargo del ex alcalde pelotero Roque Jacinto Sanchez Golib, pues como resultado de esta revisión se le fijaron nueve recomendaciones, cinco procedimientos de responsabilidad administrativa sin observaciones, y le detectaron anomalías por un millón 254 mil 740 pesos.
Aún falta por realizarse la revisión de la Cuenta Pública 2021, el llamado “Año de Hidalgo” , que de seguro sacará a la luz más trapos sucios y evidenciará a algunos ex alcaldes que en su último año de gobierno, antes de dejar el poder inflaron sus cuentas bancarias, adquirieron propiedades, llenaron el cochinito y acabaron con la quinta y los mangos, al disponer en su provecho y de manera ilícita de los recursos públicos.
DE CHILE, DE DULCE Y DE MANTECA…
AUN no hay convocatoria, sin embargo los tiempos ya se acercan y así se ve cada día que pasa en la cuenta regresiva que anuncia el cambio en la dirigencia estatal de la sección IV del SNTE, que dirige Moisés Mas Cab. En la carrera por alcanzar el máximo escaño sindical en juego se han anotado dos que tres candidatos, unos con francas posibilidades y otros “toros muy toreados”, bastante conocidos por sus artimañas, con un pasado que les mancha y con un presente que los liga a aviesos intereses político partidistas. Para el grueso de los maestros de los diferentes niveles educativos “este arroz ya se coció”, el asunto solo es cuestión de mero trámite y dan como amplio favorito para ocupar la dirigencia magisterial del SNTE en Campeche a Isidoro Calzada Puc. “Es una persona de trabajo, confiable, con experiencia, un auténtico líder, gente de lucha que garantiza el bienestar del magisterio y la defensa de los derechos laborales”, dicen los docentes que en los últimos días han inundado las redes sociales con sus comentarios favorables y se han estado sumando a las aspiraciones del líder magisterial.
QUE en Hecelchakán lo que abundan son los vendedores clandestinos de bebidas alcohólicas, solapados, desde luego, por el alcalde José Dolores Brito Pech, que bien enterado esta del asunto, pero que le vale madres y hace como que no pasa nada, convirtiendo al municipio en paraíso de impunidad y de inseguridad para los habitantes. La semana pasada, vecinos del barrio de Tacubaya hicieron una manifestación y lanzaron pestes y repulsas contra el alcalde y la Copriscam por la tibieza que han demostrado para atacar el problema de la venta clandestina de bebidas alcohólicas, que en este, como en otros barrios de la ciudad, abunda y ocasiona perjuicio a la ciudadanía. En voz de Sarahí Pérez Ceh, los ciudadanos señalaron que el alcalde Brito Pech sabe del asunto, pues en ocasiones anteriores se le ha hecho saber de manera personal e incluso se han llevado oficios al Ayuntamiento y que sin embargo y extrañamente la autoridad nada ha hecho y hay varios espacios que funcionan en la venta de alcohol, con música estridente, meseras, hasta altas horas de la noche y en donde muy frecuentemente se dan escándalos y riñas entre los parroquianos. Los molestos habitantes del barrio Tacubaya exigieron una vez más al edil Brito Pech el cierre de estos tugurios, en donde los dueños presumen que no les harán nada, porque cuentan con influencias y el respaldo total de la autoridad en turno.
QUE el alcalde de la Junta Municipal de Becal, Omar Ojeda Aguilar es un verdadero cero a la izquierda, ni pinta ni da color, dicen los pobladores de la tierra de los sombreros que afirman que el joven político que llegó a la administración municipal cobijado por la alianza PRI, PAN, PRD, es una nulidad, una verdadera vergüenza, que solo llegó al poder para robarse el dinero público. Señalan que con el pretexto del Covid y de la falta de presupuesto el alcalde se ha desajenado de sus funciones y se ha olvidado de las promesas que meses atrás hizo a los becaleños, desatendiendo los espacios públicos que se encuentran llenos de basura y maleza, las calles que por las noches lucen a oscuras y llenas de baches, el pésimo servicio de agua potable como ocurrió con los vecinos del barrio El Limón que por casi un mes padecieron por la falta de agua entubada. No hay trabajo de gestión y la obra pública prácticamente no existe, gracias al desinterés, abulia y valemadrismo del alcalde, a quien rara vez se puede ver en las oficinas municipales, demostrando con su actitud indolente que lo que menos le importa es el progreso del pueblo. Han pasado ya los primeros cinco meses de administración y no se ve por ningún lado el trabajo de Ojeda Aguilar como alcalde de esta Junta Municipal, dicen los molestos becaleños.