Al menos 20 personas han muerto, incluyendo niños, y centenares más han sido detenidas, muchas de ellas en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad que intentan impedir las manifestaciones.
“Estamos muy afectados por la forma en la que las autoridades han respondido a las protestas”, aseguran en el comunicado emitido por la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos. “Las instrucciones del gobierno a la Guardia Revolucionaria para que golpeen duro a los manifestantes y las amenazas judiciales de castigos severos son inaceptables”.
Los relatores piden a las autoridades que “se controlen y respondan proporcionadamente” a las protestas, que limiten el uso de la fuerza al mínimo indispensable y que respeten plenamente los derechos de los manifestantes, incluyendo el derecho a la vida, a la libertad de expresión y de reunión pacífica.
Los expertos comparten la preocupación de los grupos de la sociedad civil iraní sobre la suerte que corren los que han sido arrestados.
Fuente: ONU