La mayoría de las cosas decepcionan hasta que las miras más profundamente. (Graham Greene)

La esperanza es algo tan fuerte, que duele cuando de golpe y porrazo te demuestra que no tiene el futuro que uno espera; cuando un niño empieza a hablar la primera enseñanza son las groserías por los que en algún momento será castigado con severidad al pronunciarlas, sin embargo fueron enseñanzas que con orgullo le hicieron repetir como la más grande de las gracias.

Y conforme se fue dando el desarrollo físico e intelectual vinieron las más grandes contradicciones ¡así en casa cortaban el cabello y me peinaban como querían porque al querer hacer lo mismo pero en otra edad y tiempos me impiden su realización! ¡Si me vestían de lo que quisieran porque ahora que pretendo vestir como quiero es una locura impermisible! ¡Dios mío, que alguien me de una explicación lógica sobre ello!

El respeto cambio como se cambia los calcetines un amputado de los pies; los discursos cambiaron pero las lenguas se hicieron más largas y perfectas; las divisiones sociales establecieron que primero los pobres pero en el aprendizaje de los signos y las señas porque no tenían derecho a proferir palabra alguna, ya que las ofensas y denostaciones ya son parte del tesoro que se da en las escuelas de Oxford o Cambridge y la llave para utilizarlos es ser político o gobernador de algo o de alguien; si en tu caminar te detuviste o te detuvieron ya ni le busques que la ley ya no es ley desde que quienes la deben hacer valer no saben de ella ni lo más elemental pues aprendieron de quienes son dueños de su conciencia, a intentar ridículos pasos de “Cha cha cha”de la manera más grotesca que los eleva a ser dueños y señores de su propia justicia divina.

¿Qué buscas o que esperas de una Camara de diputados estatal o Federal que cobija ignorancia y oportunismo olvidándose de propuestas y revisiones que lleven no al cambio de siglas o de uniformes sino al verdadero progreso de estados y del país?; ¿Y los senadores Pa? ¡A esos se les cocina parte pues no solo cenan sino desayunan comen y tienen enormes dietas en su colación que pueden darse el gusto de desayunar huevos motuleños en el Gibraltar y comer lengua a la barbiquiu aderezada con salpicón de hormigas arrieras al dolche vino en Paris! ¡Oh Lala!, pero lo bueno de todo esto es que ¡ahí viene el tren, que ha traído consigo todo tipo de secretos descubiertos! ¡Que si la de educación es ignorante y maleducada! ¡Que el de salud es guapo y soñador! ¡Que si la gobernadora no tiene gracia pero tiene dinero! ¡Que si el cambio de siglas e uniformas hace las sonrisas más bellas!.

Vaya vaya Tacubaya hasta donde hemos llegado, cuando la gente no existe y se le ofende en carpas y circos donde la Ley y El orden son proyectados en una grotesca realidad de burla y quien debiera ser ejemplo de respeto y dignidad de todos y para todos los campechanos ofende e insulta a placer y haciendo aparecer la mierda de esa boca que debiera dar las mejores noticias de progreso y bienestar y no caldos de cultivo de odios que reparte con indescriptible satisfacción como si en ello se le fuera la vida.

Y así con todo esto que descarrila una obra que intentan vender como magna, y que ya la misma modernidad había enterrado a museos y panteones de exhibición: EL TREN MAYA.
Un choque frontal que enseña las ganas de imponer caprichos, tan a la ligera, que esperemos nuestras esperanzas de convertir México en un dubai quintomundista, no se convierta en el ataúd de los lamentos de un mañana funesto y desolador.
TIEMPO AL TIEMPO.