Gaspar A. Herrera Farfán

“El estado es un poder ilegítimo que se derrumbaría, solo si no recurriese permanente y sistemáticamente a la violencia”. REVISTA MEXICANA DE OPINIÓN PÚBLICA, VOL 2013-15.

Qué difícil resulta a veces entender que las cosas no son como realmente deben ser, sino las convierten en cosas que son como alguien quiere que uno las vea; pero más difícil es tener que aceptar que entre todas esas cosas esta la existencia del conglomerado humano que debe estar unido en convivencia y no en pugna por ser los proveedores directos, para llegar a la inmensa máquina conversora de cerebros, que con un efectivo cocowash, elimina inteligencias e inyecta tan solo obediencia y aceptación para seguir con el maquiavélico, pero santo juego del “poder”, sin una pizca de autoridad y mucho menos de conocimiento e inteligencia. AUTORIDAD: Facultad o derecho de mandar o gobernar a personas que están subordinadas; persona que tiene esta facultad o derecho. Sin embargo también está definida como “Facultad para tomar decisiones que produzcan efectos”. ¡Confusión!, ¡Nadie explica que la “gimnasia no es lo mismo que la magnesia”, y que tanto dolor origina un corte de cabello como un abrupto corte de pensamiento.

¡En qué maldito momento la gente común puede reclamar por un abuso de autoridad cuando las afectaciones las producen las dizque autoridades que tienen la ofensiva llave para exhibir su poder y demostrar la fuerza de su ignorancia al no entender que sus ejemplos son vistos en su pasarela orquestada, por familias enteras y por niños y adolescentes que requieren ser enseñados con ejemplos de vida, y no por textos impuestos y que los confunden más al no encontrar coherencia entre lo que se hace pasar como enseñanza, y lo que exhiben impunemente los dizque funcionarios que deben ser los ejemplos vivos no de palabras falsas, sino de acciones congruentes con sus cargos y función. ¡Háganme el favrón cabor! ¡O como dijera al que siempre han llamado el loco de la esquina: “espero nunca entiendan los idiotas que me dan de comer que los pendejos que me llaman loco son otros”! ¿Qué habrá querido decir? ¡Por favor que alguien despierte al dormido y duerma al muy vivo!

En una definición de oportunismo, que ha sido un hecho demostrativo en esta constante social, en que se eligen autoridades desconocidas, que precisamente demuestran eso al llegar a los puestos de competencia, ¡Total desconocimiento de funciones, responsabilidades y obligaciones! Que hacen juego con su selfica y eterna sonrisa, y sus maquillajes protegidos hasta por equipos de aire acondicionado portátiles porque los inclementes rayos del sol y el aire gratuito que la naturaleza prodiga es tan solo para los pobretones que tienen que soportar todo porque es su obligación. ¡Alégrense soldados porque el general al fin se ha podido reventar un pedo!, ¡No sabrán para que están pero saben que si levantan la mano los premian y si dicen sí los envían al disfrute del paraíso escondido con el tesoro negado a sus verdaderos dueños que son el pueblo que jamás podrá hacer uso de él! ¿Así o más claro? ¡Las hormigas ya se rebelaron, los perros ya se enojaron, los gatos ya maullaron de coraje, los hombres ya lo aceptaron!

¡Autoridades sin autoridad ante el regocijo de quienes la pusieron y que posteriormente los habrían de llamar traidores porque entre caprichitos y caprichosos el que no acepta a pie juntillas merece un juicio sumario, una revisión para retiro de canicas, la devolución de las cartas perfumadas y las fotos dedicadas, además de la aplicación de la terrible “ley del hielo”! ¡Qué difícil; después de todo esto es mejor y más aceptable la pena de muerte, pero para quienes ven la tempestad y no se hincan y siguen alimentando egos de desconocidos para que agarren fuerza y así puedan seguir pisoteando la dignidad humana como los más grandes exponentes de que la AUTORIDAD ES UN TÉRMINO DESCONOCIDO!