Hecelchakán, Camp. 30 de Julio de 2023.- Con solemne celebración eucarística y procesión culminó las actividades religiosas patronales en honor al milagroso Señor de la Salud, la llegada de visitantes de diferentes partes de la península, se observó durante los nueve días de actividades paganas con la quema de fuegos artificiales por las noches, así como las familias que ingresaban y rezaban al pie de la imagen de Jesús crucificado, bajo el título Señor de la Salud.
El recinto religioso de este domingo lució de lo mejor, el altar principal bellamente adornado con flores naturales, así como la cruz que también fue envuelto con flores multicolores y daba un toque especial al cristo pendiente en la cruz, sin faltar el hermoso sudario bordado a mano y al pie de la base de la cruz, la madre de Dios cuidando a su hijo el redentor, a sus costados y como es costumbre se encontraba la Dolorosa y San Juan.
Minutos antes del inicio de la misa dominical, el interior de la iglesia principal de esta ciudad ya estaba copada en su totalidad, la ceremonia religiosa fue oficiada por el presbítero Jaime Jin Kim, quién señaló que la joya más preciada por la grey católica de la ciudad de Hecelchakán es precisamente el milagroso Señor y este domingo reúne una vez más a sus hijos que ávidos de buscar el refugio del mejor médico celestial, llegan hasta su altar para su veneración.
Expresó que en este día ofrece también un evangelio muy hermoso que conlleva al arrepentimiento, de buscar siempre la salvación, de que mejore la salud de la familia y de todo el mundo, por eso dijo que es de gran valor ver a sus hijos reunidos en su fiesta dominical y entender que es necesario escuchar, sobre todo participar en las celebraciones eucarísticas.
Al culminar con la Santa misa, se dispuso lo necesario para salir en procesión, a pesar de las inclemencias de la madre naturaleza y con los radiantes rayos del astro rey, los creyentes acompañaron a la pesada cruz en su tradicional recorrido por las calles de la ciudad, en esta ocasión se invitó a otros católicos que tenían la intención de cargar la cruz podrían hacerlo de tal modo que apoyaron a los custodios del Señor de la Salud para no resentir el cansancio y el intenso calor del medio día.
Por espacios del recorrido se entonó el salve y con los cantos sacros y el himno dedicado al Cristo de la Salud, fueron caminando lentamente, las personas se cubrían con sombrillas, otros calmando la sed con un raspado o un vado de pozole, mismo que adquirían alrededor del parque principal.
Al ingresar en el interior de la iglesia, los católicos aprovecharon para venerar la imagen, dejando un milagroso al puede del Cristo, otros ungieron flores y ruda, esto como parte de su fe y devoción a esta imagen que le atribuyen varias sanaciones a personas, de al estar enfermas y con su fe han logrado salir adelante.