Ciudad de México a 9 de agosto de 2018.-La población indígena, sin importar la variable que se elija, registra rezagos importantes respecto al resto de la población. La marginación y precariedad se agravan cuando, además de indígena, es mujer o es adulto mayor, de acuerdo con el Informe de Evaluación de la Política de Desarrollo Social 2018 (IEPDS) publicado por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL).
En el marco del Día internacional de los pueblos indígenas, el CONEVAL informa que 71.9% de la población indígena, es decir, 8.3 millones de personas, se encontraban en situación de pobreza en 2016. Adicionalmente, 3.2 millones (28.0%) presentaban tres o más carencias sociales y no tenían la capacidad económica de adquirir la canasta básica, lo que los colocó en una situación de pobreza extrema.
En particular, en 2015, seis estados del país concentran el 64.8% de la población indígena: Oaxaca, Chiapas, Veracruz, Estado de México, Puebla y Yucatán. Cinco de estas entidades tienen niveles de pobreza superiores al porcentaje nacional (43.6%), entre estas destacan Oaxaca y Chiapas con 70.4 y 77.1%, respectivamente.
A pesar de que el país ha tenido importantes y sostenidos avances en el analfabetismo, este grupo todavía enfrenta brechas: en 2016, 19.8% de la población indígena entre los 30 y 64 años no sabía leer ni escribir, mientras que solo 4.3% de la no indígena se encontraba en la misma situación.
Las brechas de la población indígena con el resto de la población se amplían cuando se combinan con otros grupos en desventaja. Mientras que el porcentaje de pobreza extrema de los hombres urbanos que no son indígenas es de 4%, el 45% de las mujeres indígenas en zonas rurales estaban en situación de pobreza extrema en 2016.
FOTO: SIPSE
FUENTE: CONEVAL