Columna

Voz, fuerza y coraje, un pueblo que no se agache.


“Si se aplicaran las leyes ya no se necesitaría otra revolución, ¿no cree? ¡Usted nomás pensando en otra revolución cuando somos un pueblo de supermachos y siempre nos han convencido que tenemos que aguantarnos o lo dejaremos de ser! RIUS (Fragmento de su revista “Los Agachados”).

El paraíso siempre ha sido el mejor lugar de castigo para los pecadores que viviendo entre víboras aprendieron a reptar y viviendo entre loros aprendieron tan solo a repetir palabras sin pensar; como bien dijera el inmenso Facundo Cabral ¡un negro en la nieve es un blanco perfecto!, ¡uta la canuta de los cuentos eróticos de las mil y una noches de pasión entre las quemantes llamas del pecado! ¡Qué difícil es pensar y mucho peor entender que “en pueblo de ciegos el tuerto es rey”, quien tan solo con un ojo conquista a diario su universo burlándose de un Atila cuya grandeza la basó en su sanguinaria labor y su bondadoso ejército! No hay plazo que no se cumpla ni tiempo que llegue tarde; se va un rey para dar paso a la reina que siguiendo la rutina tan solo escribirá sus aciertos dejando los errores al pájaro desplumado que un día fue águila y ahora se derrumba sin poder volar.

Cría cuervos y tendrás muchos para contarlos cuando el insomnio no deje dormir; en alguna novela de ciencia ficción se guardan celosamente palabras que paulatinamente se borran y pronto desaparecerán en su totalidad: tolerancia, respeto, inteligencia, lealtad, justicia, sinceridad, honor, fuerza, coraje, vergüenza, valor, DEMOCRACIA; los poros gritan de terror tan solo en la lectura ¡es como imaginar al monstruo de las siete cabezas sin la existencia del mancebo que con su espada poderosa logre el corte perfecto con todo y peluca y lo haga caer en el mar de sal de un milagro convertido en edén, por la estoica resistencia de un pueblo cuyo único milagro es abrir los ojos sin despertar para reclamar el lugar que le corresponde en su casa, en su familia, en su estado y nación. ¡Recuperar su “tereno” con la fuerza y orgullo de una raza que llora encarcelada en sus propios miedos y temores!

¡Foráneos en el “VINI, VIDI, VINCHI”, que son las armas secretas de la conquista que se alojan en los amargos recuerdos de una historia tomada como cimiento, en donde se escribió: “cuando ellos llegaron nosotros teníamos las tierras y el oro y ellos tenían tan solo una biblia; y de repente en un rápido movimiento digno del mejor prestidigitador al abrir los ojos y levantar la cabeza ellos ya eran dueños de las tierras, las riquezas, las vidas, y nosotros tan solo teníamos la biblia.”! ¡Ostia de los siete mares de Neptuno que plagaron los vientres de las doncellas sirenas con maldiciones, bendiciones y un infinito amor! ¡Generación de líderes sordos, ciegos y mudos, enfermos leprosos y pudrición en el alma que el día de su bautizo llovió azufre que aún sigue apestando como las noches de terror después de una regia comilona de ibes con repollo y puerco, además de aguacatito y chilito molido pa que amarre!

¡Hágase el milagro de la luz que demuestre que “el valiente vive hasta que el cobarde quiere”, y con ello se recupere la enorme llave de la dignidad con VOZ, FUERZA Y CORAJE, y UN PUEBLO QUE NO SE AGACHE!