En aquellos tiempos Jesús dijo: “dad al César lo que sea del César y a Dios lo que sea de Dios. “
Palabras profundas que tocan los latidos del propio corazón y que invitan también a reflexionar el camino que ha tomado esta administración estatal Morenista, que se la sigue viviendo de la crítica hacia sus antecesores que los hace verse de manera inequívoca, como aliados que caminan tomados de la mano prodigándose fraternal cariño.

Y no es hacer líneas para críticas estériles; no respetables y honorables funcionarios, así como aficionados y fanáticos a una inexistente 4T; es hacer memoria para un pueblo que es arrinconado en el olvido cada vez que concluyen las famosas y cada vez poco creíbles campañas políticas, porque, no está por demás decir, que no es el pueblo quien gana, sino tan solo una minoría que busca a pesar de todas las circunstancias, las Mil maneras para justificar sus vidas de opulencia en residencias palaciegas sin pensar en las necesidades de quien no tiene un mendrugo de pan para llevarse a la boca o para alimentar a sus familias. Así que esos eslóganes de “menos escritorio y más territorio”, tan solo son el himno para conservar sus privilegios aunque se tengan que disfrazar de lo que sea ya que no quieren ni remotamente cometer el error que los aleje de la ubre presupuestal, por ello a toda costa, se arrastran para convencer a un pueblo que aguanta, que resiste los embates del hambre y la avaricia y ambición de los poderosos sedientos por seguir explotando a los más desprotegidos.
Vale la pena preguntarse si es la 4T o la cuarta Traición al pueblo, toda vez que los que están, son los mismos que estuvieron ayer, pero con otro sermón y otras promesas, y los que según fueron arrinconados a la caverna de la derrota, sorpresivamente siguen, lo que hace pensar de que tanto los de ayer, hoy y mañana son los mismos representando como consecuencia lo mismo bajo unos colores distintos. Versátiles los muchachos, pero como siempre, esto es tan solo cuestión de TIEMPO AL TIEMPO.