Por Gaspar A. Herrera Farfán
“Desde el proceso de conquista se ha establecido un aparato local, económico, ideológico y social en favor de los vencedores y de toda su descendencia, que desfavorece los intentos de lucha por parte de los pueblos considerados autóctonos indígenas, los cuales fueron y siguen obligados a callar y por tanto a continuar siendo víctimas sin derecho a queja ni rebelión”. GÓLCHER.

¡He ahí el posicionamiento de los vencedores en contra de los vencidos!, ¡He ahí la demostración de la historia manipulada y que a fuerza de cruces y golpes rompió de tajo con una identidad unificada y homogénea, escribiendo una nueva historia de poder que han convertido en una biblia, que con su claro programa de dominación como clase privilegiada, ha vuelto invisible a una sociedad que acepta y obedece las reglas de este nefasto juego! ¡Hagan el favrón cabor!; ¡Inyección letal de grandes dosis de conformismo que asesinan la motivación y desaparecen la esencia del ser, que en su otrora grandeza, va dejando como herencia familiar la tibieza y el desdén!; Se navega entre dos siglos de indolencia en que el sector político se ha adueñado por completo de gentes, territorio y tesoros; ¡Indiferencia total protegida con la imposición por todas las formas habidas y por haber de su superioridad histórica! ¡Los actores dominantes quitan, ponen, imponen o suprimen ante una docilidad y aceptación total! ¡El “pobre”, así nombrado por los ricos, son los cebos para los discursos engodantes con que abonan sus lugares de pesca, y a los que solitos llegaran los pececillo los días requeridos para ello, a seguir aumentando la brecha que separa a los pobres de los ricos, ya que se ha visto como reflejo natural, que el rico posterior a sus jugarretas perfectas, seguirá haciéndose más rico, y como consecuencia, el pobre, mucho más pobre!
El pobre, el marginado, el apestado, el considerado enemigo político o el adversario que piensa, no son el verdadero problema, ¡el problema principal es la completa pasividad ante las cuestiones de exhibicionismo de la corrupción, los abusos de poder, las amenazas en contra de la inteligencia humana, o el reto burlón para demostrar que no hay persona alguna quien ose enfrentarse a ellos, por lo que siguen y seguirán siendo invencibles en su minoría, mientras la mayoría siga siendo atemorizada e inyectada con grandes dosis letales de miedo y terror! ¡Hay Cantinflas donde estás pa’ bailar un cha cha cha! De las historias negras en el tiempo de Lecumberri, surgió un dicho popular que sigue haciendo temblar a muchos aún sin saber el porqué de la misma: “cuando el tecolote canta, el indio muere”. ¡Las armas de los tecolotes cantaron sobre muchos cuerpos de “indios” desaparecidos por gobiernos represores cuyo enemigo natural era la gente pensante! ¿Ya se va abriendo la columna del entendimiento? ¡Alguna reflexión ha de estar perdida por ahí, cuando en una falta total de respeto ciudadano se hacen públicos y por todos los medios de comunicación los robos a este México lindo y querido, de riquezas, bienes y dignidades sin que eso cambie un ápice la historia! ¡Por el contrario!, ¡Ahora la burla es peor, porque las batallas son públicas y tal parece que se trata de ver quien ha destruido más a la nación para llevarse el indignante premio como el mejor, en medio de discursos de odio, e insultos tan bajos, que hacen temblar al propio Shakespiere al ver el destino que se ha dado a su hermoso y culto lenguaje!
¡Santa Catalina Creel que miras con tu ojo sano, no permitas más gusanos que se comen al país! ¡Cierra todas tus compuertas, porque ya todos se espían y los malos resultados son LAS TRAMPAS DESCUBIERTAS!