Tras una campaña llena de zangoloteos por los caminos que no fueron parejos para todos, y que llegar al final fue la verdadera meta de los protagonistas, algunos con callos en la lengua, otros con el agradecimiento a los colmillos retorcidos, y los más aún con las suelas desgastadas y el sudor fatigado, agradecieron el final para tener el verdadero descanso lleno de zozobra y febril temblorina al dejar al final, todo en manos de San Mapache Bendito.

Quien viene al final a demostrar con su inteligencia macabrosa y los costales rebozantes de ese bendito material que convence hasta a las piedras de que son gráciles plumas que pueden volar hacia la dirección que poderoso caballero les marque, y que serán definitorios para conseguir las arcas de Rico Mac Pato sin contratiempos ni sobresaltos y con la seguridad de los milagros que tan solo le da la fuerza de una veladora cuya luz no se deje extinguir y que ya está a punto de conseguir ser ante todas las leyes la parte fundamental para la decisión final de todas las justas, y hasta de las injustas, contiendas electorales.

De acuerdo al padrino será siempre el mapache y de acuerdo a su capacidad de apareamiento será la prole que tendrá para asegurar incluso a nadar en arenas movedizas a quienes jamás han tenido ni brazos ni piernas para aspirar por sí mismos ganar una competencia pública ni privada, pero ante el asombroso Santo de los Mapaches, siempre resultan triunfadores en todo. Todo se convierte en Ley según usos y costumbres pero de igual manera todo puede llegarse a combatir tan solo con el arma de la democracia, de la justicia y de la seguridad de que los tiempos cambias y que como consecuencia los procesos también deberán de cambiar. Este es un proceso Social y como consecuencia es responsabilidad de la sociedad hacerla suya. San Mapache puede temblar, pues el pueblo es el único que tiene el arma para combatirlo.

En una desconfianza total, ya la sociedad empieza a exigir y el reflejo viene a ser la llegada de autoridades federales para vigilar el accionar de las autoridades municipales y estatales por el contubernio existente siempre, y es entendible por depender de ellas, de los grupos de poder, que siempre están en el poder y que se niegan a dejarlo.