Columna

Entre lo justo y la justicia


Por Gaspar A. Herrera Farfán

“Consistiendo la justicia en lo justo, en lo igual y en un cierto medio, lo justo solo puede ser lo justo entre ciertos seres, lo igual no puede ser igual sino para ciertas cosas, y el medio solo puede ser el medio también entre ciertas cosas; de aquí se deduce que lo justo y la justicia son relativos a ciertos seres así como a ciertas cosas”. ARISTÓTELES. (La Gran Moral).

O sea, que ni todo lo justo ni toda la justicia (ahora voy entendiendo porqué dicen que es ciega), tal como la ley lo establece, puede definir que el individuo que los realiza, puede ser justo exclusivamente para sí mismo y tan solo frente a sí mismo, por lo demás: ¡pamplinas! ¡no es posible que el justo, que así debe ser ante los demás, lo sea tan solo para sí mismo! ¡y si son ellos los que aplican la justicia entonces su sentencia será de injusticia al ser tan solo productores activos de lo que ha ido aniquilando a la sociedad y que se llama desigualdad! ¡Vaya! ¡aquí es donde el fuego de la luz habla! ¡aquí es donde se arma el trabalenguas de “no es justo que el justo maneje la justicia sin justicia” o que es lo mismo que el justo es justo hasta que la justicia en sus manos, se convierta en la más grande injusticia de sus decisiones”, porque así lo mandan!

Es ostentoso para las divisiones sociales clasistas en que se ha dividido a la población, que los medios de comunicación hagan públicas las enormes cantidades a erogar (a malgastar de manera arbitraria), un dinero justo ante las injusticias de pobreza y consecuencias de una pandemia que ha dejado de ser el coco de la gente, para dejar su lugar a los candidatos que como mosquitos en los humedales, caen sobre los seres humanos para venderles muertes lentas, con flores de cempaxúchitl como garantías del paraíso perfecto, a cambio de promesas y afectos, que son como las cartas a Santa Clos, solo a los escogidos y a los que se portan bien con ellos, a los más, ¡ni los plásticos de las campañas para hacer un buen caldo engañatripas! ¡Millones de pesos para cada vez más grupos de oportunistas que se la viven volando de flor en flor, pero sin perder el pólen y el pistilo de todos los jardines que son el presente y futuro para ellos y parentela a heredar! ¡Y al ciudadano común, su torta y su refresco, que mucho es lo que ya se gasta en ellos!

¡Se llama justo a lo que preserva la felicidad (Ética Nicomáquea) y solo se puede ser o dar, con la justicia, la valentía, la templanza, la magnificencia, la magnanimidad, la liberalidad, la prudencia y la sabiduría, y con todo ello se obtiene la tan preciada virtud, que tan solo tienen, los verdaderos hombres! ¡Justo y justicia son virtud por excelencia que quien la posee y aplica, enseña y determina caminos parta el discernimiento y la razón! Se ha convertido un mundo de oportunidades, en grandes espacios conquistados por oportunistas, a quienes se entrega candados y llave para la opresión, encerrando a la conciencia ENTRE LO JUSTO Y LA JUSTICIA.