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Nuevas oleadas de enjambre de langostas vuelven a recorrer Kenya, Etiopía y Somalia


El Programa Mundial de Alimentos considera esta epidemia como la plaga migratoria más peligrosa del mundo. El repunte actual, que comenzó en 2019, es el peor de los últimos 25 años en Etiopía y Somalia, y el peor de los últimos 70 años en Kenya.

La producción de las cosechas de mayo y junio en algunas partes de Kenya, Etiopía y Somalia peligra ante las nuevas oleadas de enjambres de langostas del desierto, una situación que amenaza la alimentación de los pequeños agricultores y sus familias.

La Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ya advirtió el pasado mes de febrero que los enjambres de langostas se estaban extendiendo a una amplia zona que en la actualidad comprende a Eritrea, Etiopía, Kenya, Somalia, Sudán del Sur, Tanzania y Uganda.

De acuerdo con el llamado índice de control de seguridad alimentaria*, más de 13 millones de personas en el este de África sufren una carestía de alimentos, y no todas se encuentran en la ruta de los enjambres.

Se estima que podrían verse afectadas unos 9,7 millones de personas en Kenya, Etiopía y Somalia y 3,2 millones en Uganda y Sudán del Sur.

Aunque el Programa Mundial de Alimentos no forma parte directamente de las operaciones de lucha contra la langosta -que son dirigidas por la Organización para la Alimentación y la Agricultura-, proporciona vehículos a los Gobiernos afectados para vigilar los enjambres de langostas y participará en misiones de evaluación, que se esperan para finales de marzo.

Asimismo, recuerda que es mucho más eficaz apoyar financieramente los actuales esfuerzos de prevención y control de las plagas de langostas comandados por los Gobiernos, que no ayudar a la población tras la destrucción de sus cultivos.

Se estima que los costos en materia de seguridad alimentaria posteriores a los ataques de langostas serían quince veces superiores a los de prevención de la propagación en estos momentos.