Por Gaspar Ariel Herrera Farfán

“Atención compatriotas, nuestra patria peligra. Un grupo de fascinerosos, malos hijos de esta tierra, dan la espalda a sus hermanos y alimento a su codicia, para enriquecerse a costa de la democracia, la institucionalidad, la justicia y la verdad”. Dr. Oscar Aguilar Bulgarelli (Historiador).

Grande la lectura de un libro escrito, más que con una pluma prodigiosa y una mente rebelde, con los pantalones de quien ama a su patria, y explota ante las apremiantes situaciones de villanía y deshonestidad. El libro en cuestión, de Editorial Progreso es “Con la patria en el bolsillo”, del Dr. Oscar Aguilar Bulgarelli, encontrando en su interior, respuestas tan transparentes, ante la similitud de resultados por las acciones realizadas en deterioro de una nación; un grito desesperado lo es, “…el país ha estado en manos de una verdadera gavilla de traidores a la patria que, valiéndose de sus posiciones de privilegio, han creado una sociedad injusta y desigual, mintiendo al ciudadano, actuando con premeditación, alevosía y ventaja, al manejar el poder político, económico y mediático en favor de sus intereses, y evitando, como es fácil constatarlo, las reformas legales que le pusieran coto a su impunidad, y por el contrario, creando fórmulas institucionales que los siguieran protegiendo…” ¡Ésta ya no es mera coincidencia!, ¡Cuando en la lucha por el poder, en pleitos personales, se sigue ignorando al ciudadano y se exhiben con bases a la historia de poderes unilaterales, tantas situaciones en la modernidad de las redes sociales, de corrupción, que desnuda a todos por igual, como un país corrupto, deshonesto, sin conciencia ciudadana ni social, y tendiente a meter al bolsillo a todos, por la vergüenza callada de sus habitantes permisivos y resignados a ser siempre la cola del perro y no la cabeza del ratón!

Los grandes empresarios, que son los mismos políticos o están dentro del círculo perfecto del poder, se han visto y escuchado en las más inverosímiles formas en que de manera directa, pagan los derechos para seguir con descuentos en sus pagos de luz, agua e impuestos, que verdaderamente impuestos por ser algo imperativo, tan solo al ciudadano común, que tiene que ver de donde rascarle para cumplir, so pena de ser encerrado a cadena perpetua o fusilado y exhibido por su incumplimiento a la patria. ¡Y se habla de evasiones millonarias!, ¡De funcionarios que devengaron sueldos estratosféricos que utilizaban para chicles y papel de baño, pues sus verdaderos ingresos venían de los agradecimientos de la mano divina! ¡Familias y empresas que evaden sin sensibilidad alguna, ni responsabilidad social, en un actuar contra las normas éticas, hasta las más elementales, pero que siguen caminando con el grupo de personas honradas y dadivosas, aún cuando ese actuar sea todo lo contrario! ¡No le eches chile al pozole que con la sal de la suerte la gente ya tiene sed! ¡Si las empresas son privadas y el poder también lo es, que el pueblo siga privado de su fortuna y su mies!

Todo es del conocimiento público, corrupción en todo el país, siendo tomado hasta como burla por la misma gente que lo padece. Sucedió con el Dr. IQ, añejo programa radiofónico de la XEW, cuando ofreciendo algunas monedas el mencionado Dr. Preguntó a una persona del público, ¡cien pesotes si me dice usted en estos momentos qué es lo que padezco!, a lo que de inmediato y enojadísimo la persona le respondió, “padece usted un vedadedo madano tonto y estúpido”, pues le había preguntado a una persona con labio leporino, quien tomó la pregunta como una burla a su característica personal. ¡Así es como se califica a quien soporta burlas de manera pasiva e inamovible, que, sabiéndose poseedor de la democracia y de la justicia, la deja en manos de quien la convierte en un látigo contra el pueblo que elevando la mirada al cielo solo se atreve a exclamar ¡NO ME DESAMPARES NI DE NOCHE NI DE DÍA!