Columna

Cuando la costumbre se hace ley


 Por Gaspar A. Herrera Farfán

 

 “La costumbre solo regirá en defecto de Ley aplicable, siempre que no sea contraria a la moral o al orden público y que resulte probada”. Kaufmann.

La costumbre jurídica es la norma creada e impuesta por el uso social, de una manera continua e uniforme; cuando se aplica en defecto de ley, es cuando su contenido normativo está en contradicción de la norma legal.

Costumbre o derecho no escrito, es aquello que a través de la historia ha venido creando los cotos de poder y el vasto imperio de las contradicciones de la palabra hablada y escrita con el hecho. ¡Incongruencia que ha sido heredada de generación en generación y de lo que no se avisora una vacuna a pesar de ser una pandemia comprobada, pero también aceptada por los ciudadanos que ya se han acostumbrado haciéndola parte de su cotidianeidad!

Como único punto de reflexión, se maneja un ejemplo concreto, utilizado en todos los ambientes en donde el manipuleo tiene que ser mejorado con la sutilidad de la mentira y el engaño, como la promesa salvadora y benefactora, envuelta en las angelicales alas puestas a la colorida belleza de la víbora generadora del sufrimiento humano, al convencer al primer hombre de la creación, a hacer suyo el pecado de la desobediencia y de la sumisión. ¡Así es como se ha invitado a la participación libre, transparente y democrática, para romper con las imposiciones de siempre, y poder cambiar y transformar los procesos de convivencia y organización!; ¡Oh sorpresa, cuando en esa libertad hacen la presentación de los candidatos ideales y preparados para la consecusión de los fines prometidos, y haciendo de la añeja costumbre una ley de hechos, todo es aceptado y se sigue con el juego de la burla, pero convencidos de una participación libre y sin coacciones!  

¡México, creo en ti por la nobleza de tu gente, que permite a las víboras triunfar cambiando la historia que indica que ya no es el águila parada sobre un nopal devorando una serpiente, sino un águila vencida y engañada herida por las espinas constantes del nopal siendo devorada con facilidad por la serpiente! ¡Abráse visto semejante aberración! ¡Si es más que objetivo, que al conseguirse el poder, lo primero que se hace es demostrar la fuerza del triunfador, al atacar sin misericordia al vencido, para imponer, como en su momento hicieron los otros, y seguirán haciendo los demás, a la gente identificada por ellos, a pesar de comprobadas ineptitudes, sacrificando el verdadero avance de una nación con sólida historia, pero con unos guerreros que se olvidaron de luchar por la justicia, ante el entreguismo pacífico convertido en ley por el pueblo mismo!

Así los Sindicatos, las organizaciones, las instituciones y el gobierno mismo; ¡solo los mismos, podrán vivir de lo mismo, sabiendo que los mismos jamás tendrán el valor de actuar en su contra por lo mismo! ¡Las leyes a los botes de basura!, ¡Las palabras al horno encendido de los avernos en donde su calor les dará la fortaleza para no ser destruídas! ¡el derecho a reclamar, en los pantanos de la incertidumbre que hacen acumular esperanzas de la realización de hechos, que jamás de los nuncas podrán ser posibles! Porque ante las leyes escritas, esta la avaricia del poder, que en toda su bajeza sanciona con sus leyes no escritas pero que los hacen ganadores en los terrenos de la trapaceria, el cuchupo y el chanchullo, por que esto es lo que siempre sucede ¡CUANDO LA COSTUMBRE SE HACE LEY!