El pirataje en el servicio de transporte público va por todo lo alto en el Estado, con la circulación de poco más de 500 unidades que de manera ilegal utilizan placas federales autorizadas para servicio de turismo y operan como transporte público de pasajeros, lo cual es una competencia desleal y que afecta a las organizaciones transportistas.
La denuncia la hace Mayreli de los Ángeles Uc Tun, presidenta de la agrupación Tutipi Kin ( saliendo el sol ) del municipio de Calkiní, quien afirma que junto con los representantes de otras organizaciones transportistas del Estado han integrado un frente para pedir la intervención de las autoridades federales y estatales ante este problema.
Dice que en el Estado hay más de 500 unidades autorizadas para dar servicio de turismo, y de manera ilegal usan las placas federales para operar como transporte público de pasajeros, lo que debe ser investigado y sancionado por la SCT y del Instituto Estatal del Transporte, ya que afectan a quienes tienen las concesiones para dar el servicio público.
El caso, según afirma, no es de ahora y que incluso ya tienen conocimiento las altas autoridades de la ciudad de México en donde han presentado su queja, habiéndose girado instrucciones a la SCT local para atender el caso, pero hasta ahora las autoridades federales no han hecho nada, pretextando la contingencia sanitaria por el coronavirus.
El pirataje en el transporte público es una realidad innegable que se vive a nivel estatal, pero más aún en municipios como Calkiní, en donde en las pocas intervenciones que ha realizado el Instituto Estatal del Transporte (IET) se han detectado serias irregularidades, de unidades con permisos apócrifos, y tarjetas clonadas.
A los transportistas que no se les hace justo la operación de los taxis piratas, pues mientras ellos cumplen con la ley , cuentan con sus permisos en regla, respetan las normas sanitarias con las medidas de sana distancia y no permitir más de 9 pasajeros por unidad, los otros sin permisos y fuera de la ley. les arrebatan a la mala el pasaje de forma ilegal.
Además de las molestias y afectaciones que ocasionan a los transportistas legalmente constituidos, las unidades piratas son objeto de queja frecuente por parte de la ciudadanía y en el caso de Calkiní dicen que además de que ponen en riesgo al pasajero, los precios del pasaje los aplican a la medida de su gusto, pues no cuentan con un tabulador.
Piden las agrupaciones de transportistas la intervención de las autoridades competentes y el fin a la ilegalidad y a la competencia desleal.
DE CHILE, DE DULCE Y DE MANTECA…
UN problema que, ante la desidia de las autoridades federales de pesca se ha convertido en el pan de cada día, es la depredación de las especies marinas, que se ha incrementado al máximo durante la presente temporada de captura del pulpo, afectando seriamente a los pescadores ribereños que a tres semanas de haber terminado la veda han estado registrando una baja captura del llamado pulpo maya. Jorge Abraham Molas Gómez, permisionario de Isla Arena dice que la falta de autoridades encargadas de la vigilancia ha provocado una depredación al máximo por parte de pescadores furtivos que provienen principalmente de Celestún, Yucatán, y que hacen uso de compresoras para llevarse el producto a discreción, de tal forma que la depredación está por encima del cien por ciento, superando incluso lo que ocurría durante la temporada de veda, cuando la pesca del octópodo era considerada ilegal. Los isleños afirman que desde la llegada del gobierno de la 4T, Isla Arena se quedó sin vigilancia marítima y a merced de los depredadores, ya que según inspectores de la Conapesca solo hay combustible para realizar acciones por vía terrestre, por lo que el litoral ha quedado en el abandono total. Los pescadores se dicen engañados, pues en su presentación en Isla Arena la representante del gobierno federal Katia Meave Ferniza les ofreció el apoyo total en la vigilancia y combate a la depredación de especies marinas, pero todo quedo en promesas, pues hasta hoy nada de lo ofrecido se cumplió y el problema, lejos de solucionarse, se agrava cada día mas.
DE verdad que no gana para vergüenzas la administración municipal de Hecelchakán que encabeza el tristemente célebre José Dolores Brito Pech, que un día se encuentra en boca de todos por los líos familiares, actos de corrupción y barrabasadas del alcalde y al otro son los funcionarios del Ayuntamiento quienes también contribuyen poniéndole una manchita más a la piel del tigre para ser parte del señalamiento público, de la burla y el escarnio. La administración del ahora dizque priísta Brito Pech es una de las mas señaladas en la región, gracias a la vida de escándalo del munícipe, en donde han salido a relucir situaciones de tipo familiar que han ido a dar a los tribunales, pero que también se han hecho públicas, así como los casos de corrupción que se atribuyen al mal gobierno que encabeza en la llamada Sabana del Descanso. Pero no es solo el edil y tal parece que el mal ejemplo cunde, pues también los funcionarios de la administración y entre estos algunos regidores le han entrado bonito al relajo, siendo cuestionados y exhibidos frecuentemente en las redes sociales por actos de corrupción, líos de faldas y otras faltas a la moral y buenas costumbres. La semana pasada tocó al regidor panista Fredy Alberto Euán Chí visitar por segunda ocasión en lo que va de la presente administración municipal la cárcel pública, luego de que agentes de la policía municipal lo detuvieron en el barrio La Conquista, cuando en estado de embriaguez y con lujo de prepotencia pretendía sustraer de su casa a una joven de 20 años de edad, por presuntos líos amorosos. El hecho de tratarse de un funcionario público, circular su vehículo en estado inconveniente en plena ley seca, cuando se presume que no hay venta de bebidas alcohólicas, escandalizar y andar en líos amorosos, le han valido los más duros señalamientos ciudadanos a la autoridad en turno.
EN EL COLMO de los colmos, ahora si le dieron machetazo al caballo de espadas , dicen los calkinienses al enterarse del robo que se suscitó hace unos días en las instalaciones de la policía municipal de Calkiní en donde el o los amigos de lo ajeno se llevaron siete llantas, que estaban destinadas para los vehículos de la corporación policiaca. Estupefacto, asombrado, anonadado, el director administrativo de la policía municipal, Rosalino Rodríguez Cahuich, trata de buscar una explicación para aclarar este robo ocurrido en las instalaciones de la policía municipal. De acuerdo a la versión del funcionario, los siete neumáticos se encontraban en el pasillo, amarrados con cadenas y candados, sin embargo de un momento a otro desaparecieron y nada se sabe de quién o quiénes fueron los responsables de llevárselos. Se pidió una revisión de las cámaras que funcionan al interior de las oficinas policiacas, pero para mala suerte desde hace varios días están sin funcionar. Rodríguez Cahuich dice que no se sabe quién se llevó las llantas, se va a hacer una investigación para dar con el o los culpables, porque esto no debe suceder, ya que es un local de seguridad pública. La ciudadanía dice que si así están las cosas en la policía municipal de Calkiní, ¿Qué se puede esperar de la vigilancia policiaca en la ciudad y en las comunidades del municipio? ¿Y ahora quien podrá defendernos?...
HASTA LA PRÓXIMA...