Columna

¡Aquí, el Camino Real! Conflicto ejidal


A  punto de reventar un conflicto entre los ejidatarios de Calkiní y Tepakán por la presunta venta de terrenos ejidales que  ambos núcleos agrarios reclaman como de su propiedad, y que apuntan a  casos de corrupción  y tráfico de influencias, en los que están seriamente involucrados los  comisarios ejidales  Pedro  Raúl  Chi  Canché y  Asunción Chí Canché.

En los últimos días se han intensificado los dimes y diretes entre las actuales autoridades, lo que ha llevado a un punto álgido el problema, pues ambos reclaman y dicen tener la razón en la propiedad  de los terrenos en disputa y amenazan con llegar a la violencia para defender sus tierras en caso de que las autoridades agrarias sigan sin hacer nada al respecto.

     Los terrenos en disputa  son aquellos que se ubican  desde la planta maquiladora de ropa  de  la comunidad  de Tepakán hasta donde llegan las mojoneras  de la mensura y que según la autoridad ejidal de este lugar, Asunción Chí Canché,  por ley les pertenece, pues así lo marca el plano de la carpeta básica, que la autoridad ejidal de Calkiní se niega a reconocer.

     Los campesinos del ejido Tepakán acusan al comisario Pedro Raúl  de incitar a la violencia y de estar coludido con el  comisario municipal de Tepakán Heyder Alexander Chí Cahum, mejor conocido como el comisario “Maletas” o “Pelayo”, de quienes, se dice,  en complicidad  han estado lucrando   con  las   tierras  ejidales  de  esta  comunidad.

    En diversas ocasiones el comisario ejidal de Calkiní, Pedro Raúl Chí Canché ha sido señalado, incluso demandado penalmente  por  el  mal  manejo  de  los recursos del ejido, el  despojo  arbitrario  de  tierras  a ejidatarios, que ha quitado a los verdaderos campesinos para dárselas a sus amigos o comercializarlas   y obtener beneficios personales.

   Dicen que el comisario Chi Canché arrastra una larga cola de corrupción, y se recuerda  que en el  2017 y siendo comisario  ejidal de Calkiní Victoriano Tzeel Chab, tanto Pedro Raúl  como  su  comitiva,  fueron  destituidos  de sus derechos  agrarios  por  la  asamblea,  acusados de  incurrir en el robo, abuso  de autoridad, fraude y daños patrimoniales, al  disponer  de  manera  ilegal  de  los recursos del ejido.

     El tema de las invasiones en los ejidos de Calkiní y Tepakán, dicen los campesinos es una barrabasada mas de Pedro Raúl, que trata  de apropiarse de terrenos que no le corresponden, con  la única intención de negociarlos y obtener beneficios personales en complicidad con el comisario “Maletas”, con  quien , dicen, ha  estado armando todo el circo  para  despojar  a  los  tepakanenses de sus tierras.

      En el asunto, desde luego,  se espera la intervención de las  autoridades agrarias,  que de manera urgente y con la ley en la mano deben llegar a poner orden  para clarificar el caso,  dar a  cada  quien  lo  que  le toca ,   evitar que la situación se  salga  de  control  y  más  adelante  pudiera   ocasionar un  enfrentamiento  entre  los   campesinos  calkinienses.

              DE CHILE, DE DULCE Y DE MANTECA...

QUE los familiares que en las pasadas elecciones se agandayaron las regidurías en el Ayuntamiento de Tenabo como pluris, cuota de la candidata perdedora del PRI no le están cumpliendo al pueblo, pues según afirman los molestos tenabeños solo se han dedicado a ser comparsa de la alcaldesa morenista María del Carmen Uc Canul y  a disfrutar de sus jugosos sueldos que ni desquitan, sin atender las necesidades ciudadanas. Es el caso de los regidores Marco Antonio Poot Chán “Colosio”, Brenda Moo Chán y Henry Poot Moo, esposo y familiares de la ex candidata priísta, Alfa María Poot Moo, que jugando al pierde gana logró acomodarlos como regidores plurinominales, enquistándolos en las nóminas del actual Ayuntamiento en donde cobran por hacer nada,  no gestionan ni atienden las necesidades ciudadanas y solo están para levantar la mano cuando la presidenta necesita que le aprueben sus “cuentas alegres”. Los priístas se sienten traicionados, por la falta de trabajo de estos concejales que son cómplices de las anomalías en que se está incurriendo, en la ejecución de la obra pública,  la mala calidad de los principales servicios públicos, hablando  de  electrificación, agua potable, calles y,  peor aún,   la  falta   de  atención  a  los  problemas  ciudadanos. ¡Ver para creer!.

QUE ya está desempolvando  el sabucán y los huaraches el “líder indígena” Enrique Ku Herrera, que aspira a dejar su puesto como director general del (Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica) Conalep para buscar la candidatura al gobierno del Estado de Campeche, en las próxima elecciones del 2021. A pesar de que jamás ha ganado una sola elección, pues las diputaciones federal y estatal que ha ocupado se las dieron de regalo como “pluri”, al igual que los cargos públicos que ha ostentado y que han sido fruto del amiguismo y compadrazgo, Ku Herrera sueña con convertirse en el próximo mandatario estatal. ¿De qué siglas se irá a colgar  para lograr sus propósitos? Es la pregunta que muchos se hacen y que también responden que puede ser de cualquiera, pues el originario de Dzitbalché, en donde por cierto pocos lo conocen, ha jugado con Dios y con el Diablo,  al  pasearse  por el  PRI, Nueva Alianza, el PRD y el Partido del Trabajo que en las elecciones pasadas le obsequió la pluri  como  diputado estatal. Hace poco más de tres lustros  intentó  buscar la candidatura priísta al gobierno del Estado  con su lema “Con Kú decides Tú” y fracasó, pues en una  consulta  a  la base  ni sus paisanos votaron por él; ahora que es casi seguro que la buscará con un partido de izquierda,  dicen  que  ni  el  efecto  Peje  lo ayudará a llegar.

EN Pomuch cada día que pasa los habitantes se decepcionan más de su autoridad, que en los hechos ha demostrado que es una auténtica nulidad, pues prácticamente no existe y mantiene a esta villa en el más completo abandono, sin las obras y servicios a que tiene derecho. Las calles, el alumbrado público, el agua potable, servicios que son indispensables para la comunidad  son motivo de constantes quejas por parte de la ciudadanía, que tiene que ver como arreglárselas ante la falta de trabajo, abulia y valemadrismo de la alcaldesa Noemí Arceo Trinidad, que en los hechos ha demostrado que el progreso de Pomuch ni le va ni le viene. Dicen que la  alcaldesa siempre anda de viaje y en las raras ocasiones que acude al Palacio se encierra en las cuatro paredes de su oficina, negando el acceso a los ciudadanos que acuden a una audiencia para plantear sus necesidades  y solicitar su apoyo. Arceo Trinidad argumenta que no hay dinero, pero la gente afirma lo contrario, pues se sabe que hay un presupuesto para la Junta Municipal que se debe de destinar para el pago de empleados, mantenimiento de los servicios y obras públicas y que,  seguramente, se está embolsando. Hay que averiguar en qué se lo gasta, dicen…