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No dejar que la discapacidad lo definiera, le llevó a la cima del Himalaya, a ganar un premio Emmy


La discapacidad no es un impedimento para tener metas ni para concretar sueños, esa es la premisa de Jean Maggi, un argentino que el 4 de diciembre, un día después del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, cumplirá sus 60 años.

Jean es cordobés y a causa de la Poliomielitis que padeció al año de vida sus piernas se vieron afectadas para caminar y poder desplazarse por sus propios medios. Cuando rememora su niñez recuerda el dolor de su madre, la compasión de mucha gente y su propia auto discriminación que lo llevaron a sentirse distinto, y a no sociabilizar debidamente por temor a no ser aceptado.

“Yo sentí millones de veces que me auto discriminé, desde los 12 a los 18 años mi mundo era puertas adentro, encerrado en un cuarto armando figuras con bloques o jugando al ajedrez”, relató Maggi.

Pero Jean es un ejemplo de resiliencia, un paradigma de cómo el trabajo, la motivación y la perseverancia son valores fundamentales para transformar un impedimento en desafío, un obstáculo en una razón de vivir, que no sólo modifica el destino propio, sino que además puede tener efectos extraordinarios en el porvenir de alguien más.

Volver a nacer a los 37 años

Jean sufrió un infarto cuando tenía 37 años y asegura fue su llamado para valorar la vida.

Durante 37 años no acepté mi condición de persona con discapacidad, un infarto me abrió los ojos y me hizo ver que estaba perdiendo muchas cosas de mucho valor y fue a partir de ese día que acepté mi condición, me reinventé, bajé 19 kilos, comencé a cuidarme y a familiarizarme con los hábitos saludables. Un día apareció el deporte en mi vida, un amigo me comentó acerca de las bicicletas adaptadas, encargué una y fue allí cuando sentí que me había puesto la capa de Superman, empecé a entrenar y enseguida encontré mi primer reto: correr la maratón de Nueva York, al año siguiente lo logré y cuando crucé la meta en el Central Park sentí que había salido de la prisión.”

A partir de esa primera hazaña Jean no dejó de imponerse desafíos cada vez más ambiciosos y exigentes, corrió un Ironman (una prueba que combina correr, nadar y bicicleta), en el 2010 incorporó el esquí a sus hobbies, y terminó representando al país en los juegos paralímpicos de invierno en Vancouver.

Posteriormente lo contactaron dos realizadores audiovisuales que conocieron su historia y le propusieron filmar un documental pedaleando en altura en La Rioja (Argentina), al regresar se sintió empoderado y determinó su siguiente y más pretenciosa aventura: llegar al punto transitable más alto del planeta en la cordillera del Himalaya.

Llegar a la cima del Himalaya para conocer otras cumbres

Y claramente no hubo límites para ese sueño de Jean, que además encadenó varios proyectos que continuaron replicando su mensaje y generando oportunidades para muchas otras personas con discapacidades.

La proeza de Jean en la cima del mundo fue plasmada en la pantalla, de la mano del reconocido director de cine argentino y ganador del Oscar Juan José Campanella, quien produjo el documental “El límite infinito” (disponible en Netflix) a través del cual se puede vivenciar cuán enorme y conmovedor fue el ejemplo del cordobés.

El impacto del documental en la audiencia dio lugar al siguiente reto en la línea de tiempo de Jean, y está vez su apoyo y acompañamiento a las personas con discapacidad fue más allá del mensaje.

Jean recibió invitaciones para dar charlas motivacionales en diversos ámbitos, y él lo hacía a cambio de bicicletas adaptadas para niños con discapacidades y sin recursos.

“Así empecé a cambiar bicicletas por charlas, y ese fue el inicio de la fundación que creamos en 2016. Como el fabricante de bicicletas adaptadas (que se arman manualmente) solo podía tener terminadas dos bicicletas por mes se me ocurrió proponerles a seis chicos con discapacidad montar una fábrica que se llama “Superadaptados”, que está en funcionamiento desde el 2018. Todas las bicicletas adaptadas que fabricamos se donan, y todas las personas que son empleadas para construirlas tienen alguna discapacidad.”

Pero Superadaptados no es solamente una fábrica, Juan José Campanella también quiso compartir este proyecto solidario con el público a través de otra pieza audiovisual que lleva el mismo nombre, que en 2021 conquistó a la industria de la televisión estadounidense, y recibió el premio EMMY en la categoría Interés Humano.