El Día Internacional de la Madre Tierra es una oportunidad para reflexionar sobre cómo ha tratado la humanidad a nuestro planeta. Siendo sinceros, no la hemos cuidado.
Sin embargo, a pesar del flujo constante de informes que pintan una imagen legítimamente preocupante, no hay que perder la esperanza. Cada vez más, surgen ideas innovadoras para una acción conjunta, para establecer medidas de verdad, y cada vez más personas en todo el mundo se unen para encontrar soluciones que ayuden a reparar el daño ya hecho a nuestro frágil hogar.
La Tierra se enfrenta a una "triple crisis planetaria": la alteración del clima, la pérdida de naturaleza y biodiversidad, y la contaminación y los residuos.
"Esta triple crisis amenaza el bienestar y la supervivencia de millones de personas en todo el mundo. Los componentes básicos de una vida feliz y saludable —agua limpia, aire puro, un clima estable y predecible— están sumidos en el caos, lo que pone en peligro los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, advierte el Secretario General de la ONU en su mensaje para el Día de la Tierra de 2022.
La buena noticia es que aún hay esperanza, subraya Guterres, recordando que hace 50 años el mundo se reunió en Estocolmo para la crucial Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano, que dio el pistoletazo de salida al movimiento global por el medio ambiente.
Hemos demostrado que juntos podemos afrontar retos monumentales.