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Los plásticos no solo inundan los mares, también recubren los suelos agrícolas


Un nuevo informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) advierte que los altos niveles de contaminación por plásticos no solo afectan a los océanos, sino que también están presentes en la tierra que utilizamos para cultivar nuestros alimentos, e incluso en cantidades mayores que los entornos marítimos.

El análisis del organismo de la ONU es el primer informe elaborado sobre esta cuestión e incluye datos singulares como el que indica que las cadenas de valor agrícolas utilizan anualmente 12,5 millones de toneladas de productos plásticos, o que se utilizan otros 37,3 millones en el envasado de alimentos.

Por sectores, el agrícola y el ganadero son los que más productos plásticos utilizan de forma conjunta con 10,2 millones de toneladas anuales, mientras que la pesca y la acuicultura usan 2,1 millones y la silvicultura 200.000 toneladas.

Por regiones, Asia encabeza el uso de plásticos destinados a la producción agrícola, con casi la mitad del consumo mundial.

Aunque el uso generalizado de plásticos en la agricultura contribuye a su productividad -como la cobertura de suelo que reduce el crecimiento de las malas hierbas y la necesidad de plaguicidas, fertilizantes y riego-, también crean múltiples problemas cuando llegan al final de su vida útil.

La FAO subraya que la diversidad de productos químicos y aditivos mezclados en los plásticos dificultan su tratamiento y reciclaje y que de los 6300 millones de toneladas de plásticos producidos hasta 2015, casi el 80% no se ha eliminado correctamente.

Además, se estima que los plásticos de menos de 5mm, los microplásticos, presentan riesgos específicos para la salud de los animales, pero estudios recientes también detectaron rastros de partículas microplásticas en las heces y las placentas humanas.

Aunque la mayor parte de las investigaciones científicas sobre la contaminación por plásticos se ha centrado en los ecosistemas acuáticos, especialmente en los océanos, los expertos de la FAO descubrieron que los suelos agrícolas reciben cantidades mucho mayores de microplásticos.