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El rumor y la verdad para la sociedad.-Editorial


La corrupción es un término alejado a una realidad social, y más cuando es manipulado tan artísticamente al convertirlo en un guión de circo o de teatro para hacerlo cómico y así la gente lo sepa y lo acepte y de esa manera jamás se encuentren culpables, y mucho menos funcionarios culpables e irresponsables que jamás ejercieron su función y ahora disfrutan de su descanso sabático sin complicaciones.

Las herencias son fuertes y la juventud viene a su más grande examen de ingreso para probar si aprendieron la enseñanza de ir por las tortillas sin regresar los cambios, de ir por la cerveza redondeando los precios, o de aceptar los primeros sobornos al callar secretos de familia que lo hacen grande a la vista de todos y digno de integrarse a la vida activa de la corrupción; pero todos son rumores con verdades exhibidas, con aureolas alquiladas y con sotanas autorizadas por la misma sociedad.

La gente es la más sufrida ante todos estos embates que lo suben al ring sin guantes y sin protector bucal, y que aún con la boca libre prefieren adornarla con una carcajada, porque cuando se manipula la conciencia y se bloquea el pensamiento, se nulifica la razón; todo manejado maquiavélicamente para burlarse entre ellos de la pobreza de dignidad de una noble ciudadanía que sigue creyendo en los santos reyes, y siguen poniéndole veladoras al látigo que los lacera y lastima sin piedad. El rumor es un arte y existen rumurólogos tan buenos que tienen hasta escuelas y se hicieron especialistas de variar los argumentos que ahora son hasta cuentacuentos que se burlan de moros y troyanos y de egipcios y cristianos. Desafortunadamente esa costumbre se ha hecho ley y esa ley siempre permanecerá aún sobre la constitución y la fuerza moral de la nación.

Y aquí y en China se cuecen habas de la misma manera, pues el que no masca vidrio mastica fierros y escupe arañas y tarántulas, pues quien bien aprende se cubre con la pegajosa armadura que todo lo resbala y se rellena de cerilla los oídos para tan solo escuchar el tintineo de las monedas y no las necesidades de la gente, pues se rumora que las mismas autoridades han enviado circulares cuya atención es para evitar los romances interdepartamentales, interdireccionales o de pasillo, mientras que la gente se queja de falta de atención en servicios públicos, (alcantarillas, alumbrado público, red eléctrica, parques en el más completo abandono, entradas a la ciudad convertidas en basureros clandestinos), y ni quien se atreva a decir “esta responsabilidad es mía”; las carreteras en calles y caminos de los más inseguro, pues todas se encuentran llenas de baches, o los baches parchados a la bendición de Dios, pues sin conocimientos previos los bacheadores cumplen sin vigilancia, tan solo echando el material sin preparar, emparejar, y hacerlo de manera tal que garantice ser una solución efectiva y no tan solo un paliativo que demuestra que de esa manera se hace más caro el remedio que la medicina, pues a la primera lluvia se deslava y de nuevo a sufrir de lo mismo.

Quejas de la gente que acude a las diversas oficinas y se encuentra con la sorpresa de reuniones del personal en medio de un plato de charritos con jamón, queso y chile jalapeño, suspendiendo por ello la atención y el servicio a la ciudadanía, y no son tan solo rumores, pues la queja se hizo pública por medio de las redes sociales y ante eso, ¿quién responde?, Quien no está haciendo su función, o quien ejerce la autoridad que se debe llevar de la mano con la ciudadanía. Aún se está a tiempo para hacer o seguir o esperar las consecuencias. Tiempo al tiempo.