Pomuch, Campeche a 3 de noviembre de 2021.- La vida y la muerte son una, cuando en la vida el final es la muerte y pensando en la muerte es cuando se aprende a vivir.

Pomuch es un pueblo lleno de tradiciones y costumbres en que la conciencia marca que el panteón tan solo es un lugar de descanso de cuerpos, pero los corazones son el hogar por siempre, de todos aquellos que se nos adelantaron al disfrute de la vida eterna y que jamás morirán inmortalizándose en nuestra gran cultura, producto de las costumbres y tradiciones que enseñan que la muerte llega, cuando se olvida el amor y las acciones que hacen la trascendencia.

Honrar a los muertos es algo que este pueblo mágico muestra al mundo en el enorme respeto a los cuerpos de sus fallecidos, cuando rompiendo con las divisiones que marcan la vida con la muerte, proceden a realizar como parte de sus ancestrales costumbres, a la exposición de la osamenta de sus muertos, para proceder a limpiarlos y durante ese desarrollo acostumbrado, a platicar con ellos, compartiendo anécdotas, canciones, o simplemente iniciando pláticas como las que tantas veces desarrollaron en vida y que ahora ni la misma muerte puede evitar.

El cambio de sábanas que brillan en su blancura son una muestra de que los afectos aún persisten, como la ansiedad de su llegada en estos días marcados para ello, velas encendidas para iluminar los caminos de regreso a casa, rezos con cánticos que demuestran la alegría de esos momentos de reencuentro, movimiento inusual para prepararles una estancia de la que jamás se han ido, al prepararles todos aquellos alimentos y golosinas que eran de su agrado, tanto como las bebidas y todo aquello que los haga no extrañar esos espacios de los que jamás se han ido y que año tras año siguen abrigándose para ellos con júbilo y amor.

Día de muertos marcado en un calendario de vivos, que demuestran que todos los días del año, las almas se comunican y en estas fechas se logra la conjunción que aquellos momentos de tristeza de ayer, y que se convierten en los más grandes momentos de alegría de hoy y de todos los momentos de la existencia.

Pomuch, pueblo mágico que proyecta al mundo que la vida y la muerte son uno en el amor, en la tradición y en la cultura.