Calkiní, Camp. 4 de Diciembre del 2020.- Como cada año, la fe y el fervor por la virgen morena moviliza a cientos de antorchistas, quienes dejando la comodidad de su hogar, salen con entusiasmo para cumplir esa promesa hecha con anterioridad a la morenita del Tepeyac, madre de todos los mexicanos.
Caminando, trotando, corriendo o pedaleando bajo la lluvia, su entrega por cumplir a pesar de caminos pedregosos o, durmiendo incluso en cualquier rincón donde la noche les llegue, puesto que debido a la pandemia que nos aqueja, las iglesias aún permanecen cerradas.
Además , de igual manera el COVID 19 provocó que varios grupos de antorchistas pospongan su viaje, pero los más se encuentran en camino, tan solo protegidos por el manto milagroso de la Santísima Virgen María de Guadalupe, y por su fe que los hace olvidar el cansancio y continuan hacia su destino entre risas y sudor.
Empero, hay algo preocupante para los antorchistas que este año decidieron cumplirle a la virgen de Guadalupe, debido a que las iglesias se encuentran cerradas por la contigencia sanitaria, y por lo tanto, se ven obligados seguir su viaje hasta hallar un lugar seguro donde descansar para posteriormente continuar y llegar el día 12 de diciembre hacia el lugar prometido.